La crisálida de los sueños nos protege de la cruda realidad
El siglo XX es una época desde el aspecto literario que ha dado cabida a muchas obras de indiscutible calidad y trascendencia. Un periodo marcado por dos guerras mundiales y sus posteriores consecuencias han sido el detonante de muchas de estas novelas, a menudo desgarradoras, crueles, nihilistas o realistas. En Japón la literatura del siglo XX ha dado lugar a grandes escritores como Yukio Mishima, Yasunari Kawabata, Osamu Dazai o Ryunosuke Akutagawa, marcados por las secuelas de la guerra y el destino del país. La historia de Cocoon intenta reflejar las consecuencias de la guerra desde un punto de vista diferente, atípico. Kyo Machiko nos enseña la crudeza de la realidad a través de los inocentes ojos de unas jóvenes niñas, destinadas a un grupo de ayuda médica. Pocas veces un título refleja tan bien los sentimientos de una obra como en Cocoon, cuyo significado es crisálida, la crisálida que envuelve a nuestras jóvenes protagonistas, pues todavía no han alcanzado la madurez para interpretar lo cruel de la vida. Este manga ha sido publicado en España por la editorial Kodai, la cual me ha enviado un ejemplar para que fuera posible su reseña aquí.
“Si fuera un gusano de seda no querría vivir en este mundo. Me quedaría en la crisálida, donde nadie pudiera hacerme daño. Iría muriendo poco a poco dentro de mi capullo de sueños.”
Kyo Machiko, Cocoon.
Existen muchas obras que narran las vivencias de los soldados de guerra, pero no muchas que hablen sobre la situación de las mujeres de la época. En Cocoon las protagonistas asisten a un instituto femenino donde se dedican a hacer trabajos de limpieza más que a dar clase. La situación de Japón es preocupante y ellas son conscientes, tanto, que los bombardeos son frecuentes en su zona. Todo cambia cuando son llamadas para formar parte de un grupo de enfermería cuya misión sería prestar ayuda médica a los heridos por el enfrentamiento bélico. Las jóvenes San y Mayu se verán apocadas a una situación cada vez peor, siendo testigos de la muerte, tanto de los soldados como de sus propias amigas, descubriendo los aspectos más crudos sin ser conscientes aún de su propia existencia, ni lo que significa ser una mujer. La dicotomía realidad/inocencia es quizá el aspecto más reflexivo de la obra, nuestras protagonistas solo son capaces de sobrevivir en un mundo donde predomina el terror, la violencia y la muerte gracias a su inocencia, una inocencia que se ve a su vez ultrajada por la propia realidad.

El aspecto argumental de la obra es exquisito, solamente podría pecar de fugaz o de poco extenso, pero precisamente esa fluidez es lo que consigue atrapar al lector, como la rápida metamorfosis de un gusano de seda. La crisálida de los sueños, de la inocencia, protege a nuestras jóvenes protagonistas de la oscura realidad, de la muerte y la violencia. Todo esto es acompañado con un dibujo de lo más peculiar, similar a la acuarela, que consigue transmitir la premisa de la obra muy bien. Consigue ser cruel a la vez que bonito, consigue ser violento a la vez que inocente, combinado con unas escenas que muestran a la vez lo más desgarrador del mundo como lo más bonito. En ocasiones, al ser un dibujo tan abstracto puede crear confusión y no entender muy bien del todo la escena, pero es algo que ocurre en muy pocas ocasiones. Como siempre que sucede con los tomos únicos no quiero extenderme con la reseña de este, pues es muy fácil caer en destripar la obra.

¿Lo recomiendo?
Ficha técnica:

Título: Cocoon
Autora: Kyo Machiko
Editorial: Kodai
Páginas: 216
Precio: 9,95€
Sinopsis: San, Mayu y las chicas de su instituto femenino se ven arrastradas a un mundo de guerra y ensoñación cuando entran a formar parte del cuerpo de estudiantes que presta ayuda médica durante los días de la II Guerra Mundial. A medida que la situación bélica empeora, son testigos de la muerte de sus amigas, descubren los aspectos más crudos del mundo que las rodea y comprenden poco a poco las implicaciones de su propia feminidad.
2 comentarios
La resiliencia de algunas personas es realmente admirable
Sí! Es increíble