Una historia que reflexiona profundamente acerca del sentido de la vida, la desidia y el arte.
Descubrí «El hombre sin talento» y a los hermanos Tsuge gracias a una recomendación que me hicieron en mis redes sociales, desde que investigué un poco y vi el aura y profundidad de sus obras no pude evitar querer leerlos. El estilo gekiga (término creado por Yoshihiro Tatsumi para diferenciar sus obras de los mangas o «garabatos») es uno de los géneros del manga que más me llaman la atención, más que nada porque suelen tratar temas muy profundos, abunda la literatura del yo o las reflexiones sobre el sentido de la vida, de una manera más adulta que lo que podemos encontrarnos en un manga de otros géneros. Me gustaría dar las gracias a la editorial que publica esta novela gráfica de Yoshiharu Tsuge en España, Gallo Nero, por enviarme con mucha amabilidad un ejemplar para reseñarlo en la web.
Yoshiharu Tsuge nació en Tokio en 1937, empezando en el mundo del manga en los años 50 como ayudante de Shigeru Mizuki. A los 60 empezó su andadura como dibujante, con un estilo muy propio, marcado sobre todo por unas historias autobiográficas donde sus reflexiones acerca de la existencia y su aparente angustia por la vida son sus cualidades más atrayentes. No considero que sea para todos los públicos, su literatura del yo, su soledad y su existencialismo lo hacen prácticamente un autor de culto, que, al tratar temas tan recurrentes en la literatura consigue empatizar bien con el lector.

¿De qué trata «El hombre sin talento»?
«El hombre sin talento» nos narra la historia de Sukezo Sukegawa, un humilde trabajador que intenta ganarse la vida con los trabajos más extravagantes imaginables, como vendedor de cámaras o de piedras, mediante el arte del suiseki. Un dibujante de manga sin talento que intenta sobrevivir en un mundo que se desmorona y en el que siente que no vale para nada. Podría decirse que es la representación artística de Yoshiharu, ya que él también dejó de dibujar en 1987 sin ninguna razón aparente empujado por la desidia y la depresión.
Yoshiharu Tsuge nos presenta un relato autobiográfico donde proyecta la sociedad de posguerra, después de que Japón perdiera la Segunda Guerra Mundial, un mundo que está patas arriba donde es muy difícil ganarse la vida. Son muchos los temas que se tratan en esta novela gráfica, y son muchos los que no adquieren protagonismo hasta que no se ha leído la obra varias veces con detenimiento. Por ejemplo, la crítica al capitalismo y como la inclusión del mundo occidental afectó a Japón es un tema recurrente en el libro, donde todo empieza a capitalizarse mucho más y se presta más atención al turismo o al ocio que a otros aspectos de una vida más rural. Inclusive, los valores occidentales se imponen entre los valores clásicos orientales, tambaleando los cimientos de una sociedad en declive. Tal y como podemos observar en la viñeta aquí citada:

Con este marco histórico de fondo, Yoshiharu Tsuge reflexiona acerca del arte y lo que la industria influye en él. Sukezo/Yoshiharu es un dibujante notable, pero sin embargo, decide dejar de dibujar para dedicarse a otros trabajos donde pueda expresar su arte acorde a sus necesidades, evitando siempre dejarse llevar por la industria. Dedicarse a vender piedras con formas artísticas (suiseki) es la metáfora utilizada por el escritor para reflexionar sobre lo qué es el arte. Pues, en la técnica del suiseki únicamente interviene el artista al recoger una piedra, la cual previamente la naturaleza le ha proporcionado una forma determinada, para terminar vendiéndose a un intermediario. ¿Se puede considerar esto como arte?¿Existe al arte siquiera? Sobre este tema gira toda la obra, tocando ligeramente otros igual de interesantes e importantes, como el existencialismo o el sentido de la vida.
Quiero destacar del aspecto artístico de la obra el dibujo aparentemente sencillo que nos ofrece el autor, con una dualidad de colores, donde prácticamente el negro y el blanco son los únicos colores apreciables en la obra, dejando de lado las escalas de grises que caracterizan a otras novelas gráficas. La ausencia de complicados escenarios al dibujar es también otro aspecto a tener en cuenta. En mi opinión, Yoshiharu Tsuge lleva a cabo esta técnica para representar un estado de decadencia, soledad y tristeza, que da mucho más valor al guion que se trata en la historia. En la siguiente imagen podemos ver una imagen clara acerca de a qué me refiero con esa dualidad de colores y la ausencia de esos escenarios complejos.

¿Lo recomiendo?
Me ha encantado, es una novela gráfica muy completa, casi considerada de culto, en la que se reflexionan aspectos importantes para cualquier persona, como son la autorrealización, el arte y el sentido de la vida. Se la recomiendo a cualquiera, sea o no aficionado al manga, si lo que buscas es una novela que te aporte y enriquezca como persona y que además te haga reflexionar, esta es tu novela. Al principio puede parecer algo tediosa o lenta, pero una vez te enganchas a la lectura no podrás evitar leer más de una vez este manga.

Ficha técnica

Título: El hombre sin talento
Título original: Munō no Hito (無能の人)
Autor: Yoshiharu Tsuge
Editorial: Gallo Nero
Páginas: 232
Precio: 20€
Sinopsis: El hombre sin talento es la historia de Sukezo Sukegawa, un dibujante de manga sin éxito que se improvisará vendedor de piedras y de cámaras fotográficas antiguas pero fracasará en todo sin excepción. Las ansias por solucionar su desastrosa situación económica le llevarán a fantasear con hacerse monje o con descubrir una cura para el cáncer o las hemorroides.
Muchas gracias por leer esta reseña, espero que te haya interesado el libro y si te decides a leerlo que te guste, puedes apoyar la página siguiéndome en mis redes sociales, compartiendo esta entrada y suscribiéndote al boletín, totalmente gratis.