Una enternecedora historia, a la par que escabrosa, sobre el deseo de la maternidad
Cuando llegó a mis manos La cigarra del octavo día no tenía ni la más mínima de lo que trataba el libro, simplemente tenía buenas referencias sobre él y me decidí a comprarlo. Pasó semanas en mi lista de pendientes, hasta que un buen día, buscando mi siguiente lectura, me topé con él y leí por primera vez la sinopsis. Fue tal el interés que generó en mí un simple resumen, que me dispuse a leerlo. Mi sorpresa fue descubrir un libro trepidante, que no consigues soltar a medida que vas leyendo, que te mantiene contantemente en tensión, pero de una manera sutil, hablando de temas profundos como la maternidad, ser madre soltera, o el adulterio en Japón.
Mitsuyo Kakuta nació en Yokohama, Japón en 1967 y, aunque es autora de más de 50 novelas, solo se han llegado a traducir dos en español, la novela aquí reseñada y «Ella en la otra orilla», ambas publicadas por la editorial Galaxia Gutenberg. En ambas novelas se trata el tema de la maternidad desde distintos puntos de vista, con un resultado excelente que le ha llevado a cosechar grandes premios como el Naoki Prize o la publicación de sus novelas al formato televisivo.

La cigarra del octavo día comienza con la historia de Kiwako, una mujer soltera que desea vivir una maternidad que ya no es posible decide entrar en una casa para poder observar a un bebé, aunque solo sea por un segundo. Desde el primer momento que lo coge entre sus brazos siente una gran conexión y jura protegerlo para siempre, así comenzará una huida sin fin junto al bebé que la llevarán a numerosos lugares, mientras vamos descubriendo el pasado y las razones de Kiwako. La mayor parte del libro es como una especie de diario escrito por Kiwako, donde quedan registrados todos los momentos y vivencias que pasa con Kaoru, la niña que acaba de raptar con apenas seis meses. Mientras que las ultimas páginas del libro nos narran la perspectiva de Kaoru una vez es mayor.
Es increíble la cantidad de temas que se tratan en esta novela de una manera sutil, sin grandes florituras, sino simplemente contando las cosas tal cual suceden y tal cual sienten los protagonistas. La maternidad es el eje principal de la novela y el motor principal de los acontecimientos. La maternidad fallida de Kiwako le lleva a cometer un delito tal como raptar a un bebé y cuidarlo como si fuera suyo, ella es consciente de que algún día la atraparán y tendrá que separarse de su hija, pero únicamente piensa en aprovechar al máximo el tiempo. Este deseo de ser madre la lleva a cometer sacrificios como trabajar en lugares de dudosa reputación, confiar en gente peligrosa o inscribirse en una secta para solo mujeres. También podemos contemplar la maternidad desde el punto de vista de su madre biológica, desprendida de su hija con tan solo seis meses, ¿se imagina el lector lo que puede sentir una madre años después cuando le presentan a una hija que ya no parece su hija?. Una familia destruida que comete infidelidades, adulterios, donde la figura del padre no adquiere responsabilidad alguna.
“¿Recuerdas que me contaste que las cigarras mueren en siete días, que para ti era más triste vivir el octavo día que morir en el séptimo? Al principio pensé que tenías razón, pero tal vez no sea así. La cigarra del octavo día puede ver cosas que las demás no ven. Quizá no quiera, pero después de todo no es tan terrible. No hay necesidad de cerrar los ojos.”
Mitsuyo Kakuta, La cigarra del octavo día
Pero, sobre todo, que ocurre con Kaoru, criada durante años por una madre que no es su madre, criada en un mundo prácticamente salvaje, como si se tratara de Un mundo feliz de Aldous Huxley. Una vez es consciente de ella misma no sabe quien es su madre realmente, no encaja en la sociedad, porque no ha tenido un entorno familiar que la ayude. Todo esto es de lo que habla Mitsuyo Kakuta en su libro y muchos más. Sin lugar a dudas un libro que se ha convertido en mi favorito del año, de momento, y que tiene mucho que aportar a cualquiera que decida leerlo. Una historia trepidante, que no te suelta, y que te mantiene en vilo página a página, mientras se prepara para desgarrarte al final.